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Ató las mangas a la punta del mástil y el extremo de la falda al final. El
viento lo hinchó, servicial. Se quitó los horribles zapatos de la Marquesa y
los metió entre los cetros. Y allí se quedó, con su pelo recién cortado volando
en todas direcciones, desnuda y orgullosa, mientras la marea llegaba hacia la
balsa. La arrastró hasta el mar y saltó sobre ella.
‘La niña que
recorrió Tierra Fantástica en un barco hecho por ella misma’ de Catherynne
M. Valente publicado por Noguer, es una fabulosa novela fantástica
que si realza algo por encima de todo es el valor de las promesas y de la
libertad, aunque en la vida no se pueda tener todo. De ello nos da debida
cuenta Septiembre la protagonista de la historia. Que siempre antepone
las promesas que ha hecho a sus deseos, por muy mal dadas que le vengan. Septiembre
se adentra en Tierra Fantástica por voluntad propia, pues Septiembre tiene
un gran carácter, determinación e independencia. Septiembre es intrépida
y ello le posibilita vivir una gran aventura en la que se agencia buenos amigos
y en la que crece como persona. Y aunque Septiembre en un principio está
acompañada de sus amigos Sábado, Ele, Destello y Viento Verde a
la hora de la verdad está sola y su aventura se convierte en algo único y
personal y sus decisiones son trascendentales para la vida en Tierra
Fantástica y para su propio bienestar. Ante ella se despliega un gran
elenco de personajes femeninos: su madre, mecánica de motores de avión; La
Marquesa, quien dirige el destino de Tierra Fantástica; la Reina
Malva, la magnánima reina de Tierra Fantástica; Mentira, la mujer
que dice grandes verdades; y Adiós la mujer quien induce a Septiembre
a vivir su propia aventura. Junto a Septiembre estos personajes
femeninos forman un sensacional conjunto de mujeres que muestran de nuevo como
las entrañas de la Tierra son y serán siempre conducidas, guiadas y protegidas
por las mujeres por el gran amor y por la gran fortaleza que poseen. Por ello ‘La
niña que recorrió Tierra Fantástica en un barco hecho por ella misma’ es
mucho más que una novela de aventuras fantásticas, es una historia de la que se
pueden extraer muchas lecciones para ser un poquito más humildes y aun teniendo
los pies en el suelo ser más libres. La novela está acompañada, como un regalo,
por las hermosas ilustraciones de Ana Juan en cada encabezamiento de los
capítulos.
© MARÍA AIXA
SANZ
