2 de diciembre de 2013

INOLVIDABLES: “LUCY GAYHEART” de Willa Cather

Willa Cather en 1935 escribió ‘Lucy Gayheart’ (ALBA EDITORIAL). Una de las historias de amor más bellas de las narradas y de las leídas. El mayor de los placeres para todo buen lector. ‘Lucy Gayheart’ es una novela redonda en la que nada falta ni nada sobra. En la que se manifiesta, más que en ningún otra de sus novelas, esa pasión que sentía Willa Cather por narrar hasta el más mínimo detalle de igual modo: los matices de una puesta de sol; como el aroma de un ramo de flores; o el silencio de la escarcha y la magia de la navidad; o la elevación del ser humano a través del arte; tanto como el anhelo incansable de sus personajes por no querer conformase con lo mediocre ni lo vulgar y perseguir siempre, hasta el final, incluso más allá de las consecuencias, los sueños y la belleza que reside en ellos.

La novela ‘Lucy Gayheart’ pivota sobre tres personajes que se encuentran y desencuentran en Chicago. Los tres persiguen y anhelan lo que les falta en su vida, y se muestran inquietos y desdichados hasta que consiguen estar cerca de su sueño. Por un lado está Clèment Sebastian, un barítono aburrido de su vida que anhela la devoción que Lucy Gayheart le profesa; y por otro lado está Harry Gordon, un amable, infatigable y próspero caballero que solo siente que su vida está llena cuando tiene al lado a Lucy Gayheart. Como es natural el tercer vértice del triangulo es la propia Lucy Gayheart que persigue la belleza que brota de sus manos de pianista, es decir, la música y todo lo hermoso que ésta le ofrece en una vida lejos de lo trillado. Y en esa carrera hacia su nueva vida, en esa huida hacia la belleza intenta no romper el corazón del frágil Sebastian y del resolutivo Gordon, pues aun siendo éstos el uno la antítesis del otro solo son dos caras de la misma moneda. Ambos necesitan más que el aire que respiran las ganas de vivir de Lucy Gayheart; ambos necesitan de su amor.

Lucy Gayheart es uno de los personajes femeninos que brillan con todo su esplendor y que parece que la vida gravita, sin buscarlo, a su alrededor. Lucy Gayheart es una de esas mujeres que si ella se detiene el mundo se detiene con ella al menos un poquito; y Willa Cather lo perfiló, dibujó y narró de forma sublime. «La gente de Haverford sigue hablando de Lucy Gayheart. Cuando alguien la nombra, lo hace con un brillo dulce en el rostro o en la voz, con una mirada confidencial que dice: “Sí, ¿tú también la recuerdas?" La recuerdan como una muchacha delgada y siempre en movimiento: bailando, patinando o andando a paso ligero, con enérgica deliberación, como un pájaro que vuelve a casa. Cuando cae una nevada intensa, la gente mayor se asoma a la ventana y se acuerda de cómo pasaba Lucy, como un rayo bajo la tempestad, con el cuello de piel subido hasta las mejillas, sin encogerse, entregando su cuerpo al viento como si quisiera darle alcance.»

Leer a Willa Cather es una valiosa y hermosa experiencia. Aprovechen estos días invernales para conocer y sumergirse en su obra a tumba abierta. No se arrepentirán. Se lo prometo.

© MARÍA AIXA SANZ