31 de octubre de 2014

‘VIVIR Y ESCRIBIR. ESCRIBIR Y VIVIR’ por María Aixa Sanz


«Escribir es la forma más intensa de vivir.» 
—Borges—


Vivir y escribir. Escribir y vivir no se puede separar. Son como dos caras de una misma moneda. Cada sensación; cada olor; cada sabor; cada viaje; cada paso; cada paisaje visto; cada ciudad vivida; cada huella de tus botas; cada beso dado; cada abrazo recibido; cada lector; cada premio; cada emoción; cada lectura y relectura; cada reseña y artículo escritos por encargo; cada cuento breve narrado fruto de un momento muy momentáneo; cada página pasada de la propia vida; cada lastre soltado; cada decepción; cada chasco; cada caerte y volverte a levantar; cada sonrisa; cada risa a carcajadas; cada mundo y todos los mundos que uno observa, contempla, absorbe y que por supuesto siente; cada amigo nuevo; cada lágrima; cada pérdida; cada esperanza nueva; cada amanecer; cada  madrugada; cada vieja amistad; cada alianza nueva y cada alianza renovada; cada descubrimiento; cada ilusión; cada desilusión; cada volver a empezar; cada nueva canción; cada carta escrita; cada vuelta en el calendario; todo, todo, todo, absolutamente todo lo que se entiende por vivir forma parte directa o indirecta de esa novela que estás escribiendo.Son como pequeñas puntadas en un todo inmenso que se etiqueta bajo el nombre de novela.

Por ello no es extraño marcharte a vivir durante seis meses a Canadá y regresar con ‘La viajera en el camino’ recién escrita bajo el brazo. Por ello no es extraño oírle decir a un novelista que mientras siga viviendo seguirá escribiendo. Porque escribir es la forma de vivir del verdadero novelista o lo que más o menos es lo mismo para sentirse vivo el verdadero novelista necesita escribir.

De tal manera que de esa manera estoy: escribiendo, engarzando palabras, contando una historia, es decir, viviendo.


© MARÍA AIXA SANZ

Artículo escrito en octubre de 2014.