‘EL OLOR DEL SILENCIO’ de María
Aixa Sanz me ha parecido una novela maravillosa. Hay dos aspectos o puntos en
ella que destacan y que a mí personalmente me han fascinado:
1. La
lealtad y el amor del nieto por su abuelo
2. La
reflexión a la que invita la novela
El primer punto que me ha
encandilado es la lealtad y el amor que siente James por su abuelo Marcus, la
fe que tiene en todo lo que su abuelo le enseñó y como el aprendizaje ha
arraigado en él de modo que Marcus vive
en James. Ese respeto que James siente y muestra durante toda la novela por su
abuelo sin caer en la sensiblería llega al corazón y toca la fibra del lector. James cree en Marcus
a pies juntillas, algo que en los tiempos que corren, en que la voz y la
opinión de los mayores no es oída, ni siquiera escuchada, da un toque de
atención de cuán importante es la formación y los valores que a cada uno sus
mayores le han inculcado. Nos hace preguntarnos si lo que somos lo somos
gracias a ellos. En qué medida todo lo que somos se lo debemos a alguien, a ese
alguien que nos crío y que influyo en nuestro desarrollo. Hace mirarnos en el
espejo y saber a ciencia cierta quién sembró en nosotros la semilla de lo que
vemos en el espejo. Uno de los pasajes más emocionantes y brillantes de la
literatura es el que en ‘El olor del silencio’ James se mira en el espejo y
disecciona su cuerpo dándole nombre y apellido a cada parte siendo consciente
de que todo él es la consecuencia de todos sus antepasados. El nieto que se
pregunta si su abuelo estaría orgulloso de él es digno de una profunda
admiración. Así es James; que sigue la estela de Marcus su abuelo, un personaje
el de Marcus que brilla con luz propia y alumbra esta novela y le da calor,
color y forma.
El segundo punto es la sucesiva reflexión
a la que invita la novela, sin caer en lo denso, sí que es de esas novelas en
que uno debe apartar la vista del texto, levantar la cabeza y reflexionar
sobres sí mismo o sobre su entorno o vida. Puesto que todos los personajes y todas las situaciones que se
producen en ‘El olor del silencio’ van más allá de lo que en un principio
parecen. Es decir, su autora, María Aixa Sanz, no se ha quedado en la
superficie sino que ella y sus personajes escudriñan hasta el fondo, sabiendo
que las verdades están en los pequeños detalles, conociendo que para saber en
verdad qué significan las cosas uno debe bucear hasta el fondo de los asuntos y
todos los personajes de ‘El olor del silencio’, lo hacen, bucean y se sumergen
hasta el fondo de sus vidas para saber, para comprender. Eso es bello. El no
querer quedarse en la superficie de las cosas es bello. Es interesante.
Demuestra inteligencia. Denota pasión.
Todos, absolutamente todos, los personajes de esta novela son a la par
inteligentes y apasionados. Todos sienten una absoluta pasión por la vida y por
la comprensión de ésta.
Hacía tiempo que una novela no me
impactaba tanto como lo ha hecho ‘EL OLOR DEL SILENCIO’, había oído hablar de
este título y de su autora, y descubrirla en primera persona a ambas: a la
novela y a la novelista ha sido de las mejores cosas que me han pasado en el
último año y eso que ando liado siempre entre libros y escritores.
‘EL OLOR DEL SILENCIO’ debería
ser una lectura obligatoria. Pero como no me gustan las imposiciones. Les digo
que es un maravilloso encuentro. Ustedes deciden.
© Alfredo Avilés.
Bibliotecario - Reseña elaborada para EL PLACER DE LA LECTURA