Febrero
creo que es el mes más frío del calendario, y puede que sólo me lo parezca a mí, pero en concreto este mes de febrero me está resultando especialmente gélido. ¡Eh, pero no tiene porqué ser malo! Febrero también nos empieza a
regalar más horas de luz, tardes más largas, tardes para deleitarnos con
pequeños placeres de la vida, como las tardes de sofá y mantita acompañados por
un buen libro, un buen libro de esos que perfectamente podrían comenzar con un Érase una vez… El libro que ahora mismo
sostengo en las manos y me acompaña en esta hora es ‘La viajera en el camino’. Se trata de una
historia cautivadora y cálida, una historia que transmite cómo encontrar el
coraje necesario para defender tus convicciones incluso cuando todo está en tu
contra. Una historia protagonizada por unos personajes muy especiales que nos
enseñan a soñar, a imaginar, a pensar e incluso hasta a volar. Y sobre todo
nos enseñaran a esbozar sonrisas y a recoger cada día pequeños trocitos de
felicidad, porque la vida se compone de estos pequeños trocitos amables que nos
hacen el día más ameno, más fácil y nos ayudan a seguir adelante. Con ‘La
viajera en el camino’ preparaos ya que es una de esas historias que os van a
emocionar porque no os la esperabais. Es una novela tan redonda como la luna
llena. ¿Qué puedo añadir de esta novela? Sí, algo muy concreto y descriptivo: ¡Qué me he enamorado! Sólo con leer el título ya me quedé prendada de él y con unas ganas bestiales de leerlo;
y una vez leído sigo enamorada, puesto que es una novela maravillosa,
una historia preciosa, cargada de fantasía, humanidad y magia positiva. Esta novela es ¡pura magia!
© AITANA PERÍS para el blog de la librería L’Oroneta.