Para iniciar esta reseña voy
a parafrasear a Fernando Pessoa: «La literatura, como el arte en general, es la
demostración de que la vida no basta.» La opinión de Pessoa como ustedes habrán
pensado y comprobado en más de una ocasión es del todo cierta. Si la vida fuese
totalmente plana, si nosotros fuésemos seres felices, el arte no tendría cabida
en nuestra existencia; pero como esto no es así, como la vida está lejos de ser
un camino de rosas y nosotros estamos lejos de ser seres completos; es
necesario admirar, disfrutar y estimular nuestro pobre existir con el arte.
Si me centro en la literatura,
que es el mundo donde me manejo, considero que es necesario requerir a los novelistas
y a sus historias un cierto grado de coraje y voluntad para que el libro no se
convierta en un bien de consumo, en un objeto de usar y tirar. Una historia,
una novela, para poder clasificarse como arte y no sólo un bien de consumo; y
para que de ese modo en nuestra vida supla esa carencia que solo el arte puede
saciar debe cumplir con unos requisitos mínimos:
1. Debe motivar y estimular a la inteligencia más despierta,
2. debe remover algo en nuestro interior que nos incite a la reflexión,
3. y por supuesto, debe darnos ese acicate de pensar a la primera de cambio: ¿qué va a pasar con estos personajes?, y no por el contrario debe hacernos sospechar en las primeras páginas el desarrollo de la novela, algo que lleva directamente al tedio, al bostezo y al aburrimiento.
4. Por tanto una novela para ser arte debe ser todo menos previsible y debe aspirar a tener como lector a gente que no se conforma.
‘LA VIAJERA EN EL CAMINO’
cumple con creces esos requisitos, alimenta al lector, le estimula, le impulsa a
la reflexión, y la trama y los personajes colman sus expectativas retando su
imaginación. María Aixa Sanz en esta su octava novela demuestra que ella como
novelista no se conforma, que la literatura como bien de consumo no le place, que le gusta desafiarse a sí misma porque
tiene un concepto más arriesgado de lo que debe ser la literatura.
‘LA VIAJERA EN EL CAMINO’ es
una historia espectacular, en un primer término por el sencillo hecho de cómo está
planteada y de cómo se desarrolla; en un segundo término por los maravillosos
personajes que posee —de los que prefiero no entrar en detalle pues son una
absoluta delicia y un magnifico descubrimiento para el lector—; y en un tercer
término por la lectura profunda que permite. Puesto que María Aixa Sanz con los
pies bien firmes en la tierra y con la maestría que sólo poseen los excelentes
contadores de historias ha creado una fábula mágica, atemporal, fantástica para
que justamente no olvidemos quiénes somos y de dónde venimos al despegar los pies de la tierra por
circunstancias de la vida.
‘LA VIAJERA EN EL CAMINO’ es
arte. Que es a lo que debería aspirar a ser toda literatura. ¡Brava María Aixa
Sanz! ¡Bravísima ‘LA VIAJERA EN EL CAMINO’!
© ALFREDO AVILÉS
(Bibliotecario) para EL PLACER DE LA LECTURA