«Del mismo modo que al amanecer el olor del café y del pan
recién hecho nos despierta los sentidos, de la misma forma que el olor de una
naranja al mondarla nos hace sentir vivos, de esa misma forma o manera lo hace
EL OLOR DEL SILENCIO.
Esos olores, esa materia prima, elaborada para nosotros,
aviva y estimula nuestros sentidos y nos hace apreciar los pequeños detalles,
matices, colores y sabores que posee la vida y que en verdad nos dan la
felicidad. Como Marcus uno de los protagonistas de EL OLOR DEL SILENCIO diría:
«Son olores que provienen del vientre de la tierra para no adormecernos.»
Y sí, ninguno de ellos nos deja adormecernos; y si frente al
café, al pan y a las naranjas, estamos frente a estímulos cuya procedencia
ignoramos, no ocurre lo mismo frente a EL OLOR DEL SILENCIO. Puesto que EL OLOR DEL
SILENCIO procede de la literatura valenciana y es la gran novela valenciana del
siglo XXI, una novela abierta y universal, real y viva, mediterránea, que se
siente y se comprende. Una novela que es un juego de historias, como las
matrioskas, historias que surgen de otras y que nos sorprenden y nos dejan
atrapados sin querer soltar el hilo. EL OLOR DEL SILENCIO posee unos personajes
espléndidamente retratados por María Aixa Sanz. Un conjunto de personajes y
personalidades que cuentan con nuestra complicidad tanto en los días de dicha
como en la derrota. EL OLOR DEL SILENCIO es la gran novela de la valenciana
María Aixa Sanz, y estoy seguro de que es la mejor y la más compacta y redonda
novela surgida de la literatura valenciana de los últimos tiempos.
Del mismo modo que en nuestras pequeñas vidas los olores del
café, del pan, de las naranjas se vuelven sin darnos cuenta: imprescindibles,
EL OLOR DEL SILENCIO, también lo es. Conocer qué significa ese olor, en
compañía de James, de Marcus, de
Benedetta, y de un largo etcétera de personajes que son una continua y
agradable sorpresa es en los tiempos que corren todo un lujo que anima y aviva
nuestro día a día. ¡Y buena falta nos hace! »
© Gonzalo Bubenzer