«Erase una vez un hombre extravagante llamado Rosendo Acedo. Todos lo conocían allá por donde fuere como Acedo. Pues él era más partidario de utilizar el apellido que el nombre. Nadie sabe por qué razón...»
(pág. 93
de la novela LA CASONA DEL SUEÑO DORADO)
«Olaf sigue desde su corta edad y desde la Casona del Sueño Dorado en el Condado de Lotaber conquistando a decenas de lectores. La
historia más mágica, entrañable y curiosa de todas las escritas. Es mucho
más que una novela. Es mucho más que un cuento largo. Es una lectura saludable
y confortable que influye en el nivel de felicidad del lector. LA
CASONA DEL SUEÑO DORADO es la historia que va directa al corazón.»
© Eduardo Martín para INTEGRAL