Si algo tienen en
común SOL DEL MEDIO OESTE, LA VIAJERA EN EL CAMINO, CAÓTICA, EL OLOR
DEL SILENCIO y LA CASONA DEL SUEÑO DORADO,
es decir, las novelas de María Aixa Sanz es
que al cerrarlas, al terminar su lectura, el lector se siente satisfecho y
feliz, pues en ellas ha encontrado el sosiego, el placer, el disfrute que da la
lectura; otro aspecto que comparten: es que son novelas cargadas de personajes,
tan bien construidos que hacen sentir al lector cómodo, siendo uno más de la
historia. Muchos personajes para una sola historia, es como si el protagonista
principal se viese arropado por una gran familia o un microcosmos o unos
aliados que le llevan de la mano durante toda la trama hasta llegar al final.
Personajes secundarios que dejan de lado el cariz de secundarios convirtiéndose
muchas veces en los preferidos por los lectores.
María Aixa Sanz retrata como ella misma
dice el alma humana, es una contadora de historias del alma humana, por ello
sus novelas contienen historias que llegan con facilidad al corazón del lector,
puesto que ahonda en los sentimientos sin volver grave o denso el ambiente,
sino con una ingravidez que proviene de la maestría de esta novelista que aun
contando situaciones cruciales, incluso duras, en la vida de sus personajes
consigue atrapar al lector de tal forma que no duelan.
La valenciana María Aixa Sanz, envuelve entre susurros al
lector y le cuenta una historia para que disfrute durante sus horas de lectura,
no para hacerlo sufrir sino para hacerlo feliz.
Seguramente a
ustedes o ustedes mismos más de una vez les habrán dicho o habrán dicho:
«¿Quieres que te cuente un cuento?», y se habrán puesto cómodos para oírlo,
pues abrir una novela de María Aixa Sanz y
empezar a leerla, es eso, es un acto confortable, pues esta gran novelista nos
lleva en volandas por los senderos de alma humana, y nos regala pequeñas
historias, —que son como las perlas de las ostras o pequeños tesoros—, dentro
de la historia en mayúsculas que resulta ser cada una de sus novelas.
Así pues, no duden si tienen la oportunidad de disfrutar de ellas.
© PEPA BAUMANN,
para Instyle