EL OLOR DEL SILENCIO para mí es una historia llena de esperanza sobre la importancia de ser uno mismo, sobre las segundas oportunidades y sobre la voluntad y el poder comenzar de cero. Hay veces que querríamos cambiar el mundo, hay veces en que querríamos gritar y en cambio callamos, y hay veces que uno abre una novela y se encuentra con unos de esos momentos sublimes en los que la vida te ofrece pequeños instantes de justa recompensa. En la que todo lo exterior se acalla. Eso ocurre con EL OLOR DEL SILENCIO.
Leyendo EL OLOR DEL
SILENCIO he sentido que podía decir no a los
prepotentes y a los indiferente, también me he sentido como un pequeño
héroe. Pequeño pero al fin y al cabo héroe. ¿Y por qué? Por esta maravillosa
novela que empieza como una comedia y con el paso de las páginas se convierte
en algo muy grande donde se nos muestra las salidas inesperadas que por fortuna
nos reserva la vida, como nos muestra lo valioso que es ser uno mismo, creer en
el niño que fuimos y amar los lugares y las personas que poblaron nuestra
infancia. Es en la infancia donde nos convertimos en pequeños héroes del cada
día, algo que sólo podremos demostrar de adultos. La historia narrada por María Aixa Sanz en EL OLOR DEL SILENCIO es la prueba de ello.
Perderse la lectura
de esta fabulosa novela es de locos. Porque perdérsela significa perder algo de
nosotros muy valioso.
¡Así que a por ella!
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2.0