15 de febrero de 2006

INOLVIDABLES: IRÈNE NÉMIROVSKY


Perfil: Irène Némirovsky y el abandono
Autora: María Aixa Sanz
Escrito: 15/02/2006


Una llega a creer leyendo la vida de Irène Némirovsky que su sino fue el de ir abandonando los lugares, las cosas y las personas. Y que este mismo abandono también la abandono a ella, es decir, que a ella el destino la abandono siempre a su suerte. La palabra ‘abandono' es el nexo común en toda su vida hasta incluso después de su muerte.

Abandonó su Rusia natal en 1919, junto a sus padres, en plena adolescencia. Cuando tan solo tenía 16 años estaba abandonada en París (ese París que luego fue su patria, su escudo y su casa) por su madre que prefería los bailes y las extravagancias a la compañía de una hija, abandonada a su vez en las hojas de los libros, que la amparaban de la soledad inquietante de la pubertad y de una vida nueva, y en las hojas en blanco de cuadernos que le alivian el corazón escribiendo. Ella misma abandonó a su madre años más tarde, al escribir la novela ‘El baile', dónde vengó su adolescencia y el odio que sentía por ella. En 1929 abandona su primera novela ‘David Golder' en los buzones de las editoriales sin poner su nombre y su dirección en el manuscrito, la hallan mediante un anuncio en la prensa que busca al desconocido autor para poder publicarla. En 1939 abandona su condición judía y se convierte al cristianismo, se siente parisina, no quiere recordar Rusia. Abandona sus raíces. En junio de 1941, abandona París y vive junto a sus hijas en un hotel en Issy-l'Évêque. No dejan de ser judíos dentro de la Segunda Guerra Mundial. Durante los años 1941 y 1942 se abandona a la escritura ferviente, ansiosa y necesaria de su gran proyecto de novela de mil páginas como arma de rebelión ante la guerra, aunque sólo desea escribir sobre las relaciones humanas en ella y no sobre sangre y balas, no quiere tener rencor. No ha de transmitir rencor. Mientras bombardean ella escribe, mientras la gente muere de su pluma nacen palabras. Abandona contra su voluntad Francia en junio de 1942, arrestada abandona a sus dos hijas. Niñas judías errantes que recorrerán los caminos con una maleta. A Irène la abandona la vida en el campo de concentración de Auschwitz en Polonia el 17 de agosto de 1942.

Irène Némirovsky abandona el abandono a los treinta y nueve años.

Pero el abandono todavía no quiere prescindir de ella, abandonada en la maleta de sus niñas, está el manuscrito de su proyecto de mil hojas: SUITE FRANCESA, concebida por ella como una novela de cinco partes solo ha podido escribir dos. Dos preciosas partes que en el año 2004 el verbo abandonar se cruza con el de hallar y ven la imprenta dejando atrás la letra menuda y prieta de Irène. Es el hallazgo quien le dice adiós a tanto abandono. Es su SUITE FRANCESA quien pone el punto final.

SUITE FRANCESA ha sido publicada por la editorial Salamandra en el 2005. Las dos partes que Irène escribió: ‘Tempestad en junio' y ‘Dolce'. La primera, ‘Tempestad en junio' es perfecta, a modo de puzle, encajan todas las piezas sin odio, con belleza, como ella quería. ‘Dolce' alaba el gusto por Marcel Proust, tiene todo su sabor y el capítulo de la aventura del gato es exquisito.


En este caos de mundo, donde nunca la vida se comprende, parece que el único destino de Irène fue el de escribir SUITE FRANCESA para que sesenta y tres años después nosotros la tengamos ante nuestros ojos y nos deleitemos con su lectura. Cuando poco importan todos los abandonos. Y solo el encuentro con ella es lo que en verdad merece la pena.

© MARIA AIXA SANZ

(Ilustración de Fernando Vicente)


[Cada uno de estos artículos que forman PERFILES han sido todos ellos publicados en numerosos medios de comunicación de Europa y América del Sur; y a la autora le han aportado un cúmulo de satisfacciones tanto en lo profesional como en lo personal. PERFILES, es una sección que reúne los artículos elaborados por la escritora María Aixa Sanz, sobre escritores y escritoras que, sin entrar en la categoría de ensayo propiamente dicho, merecen la pena ser tenidos en cuenta como tales. (Opinión de los editores de Narrativas)]