Perfil: J.M.G Le Clézio
Autora: María Aixa Sanz
Escrito: 14/02/2009
‘EL BUSCADOR DE ORO’ (La otra orilla) de Jean Marie Gustave Le Clézio, último premio Nobel de Literatura, es una de esas historias que el buen lector deja su lectura para momentos muy especiales.
‘El buscador de oro’ es como el último bombón de la caja, el último sorbo de vino, la última calada de un cigarrillo, la última ola del verano.
Para el buen lector esta novela es el asidero, el que le dará la respuesta cuándo se pregunte por qué la vida vale la pena.
‘El buscador de oro’ es un placer.
Es un placer leerla, sumergirse en ella, vivirla.
Cuando todo se derrumbe todavía quedará ella: copiosa en palabras, con una historia que nos envuelve y que es a la vez refugio e isla. El recreo donde deleitarse, de repente me he encontrado con mi propia infancia por obra y gracia de la literatura y me he podido mirar en el espejo donde siempre he querido verme reflejada. Es una novela profunda que va mucho más allá de las palabras por eso al finalizarla he descubierto que cuando esté muy sola, en la más verdadera de las soledades, cogeré esta novela y sabré que todo, todo, valió la pena y que yo tenía razón cuando creía que todo residía en el silencio, en el placer, en la calma y en la mar, porque todo ello era la libertad. ‘El buscador de oro’ es la historia de Ali y Laure, dos niños que viven en Boucan en las Islas Mauricio, caminan descalzos, trepan por los árboles, sueñan despiertos, corren por la arena, miran el cielo, nadan en la mar, asilados del mundo, junto a su madre Mam y su padre, en un momento exacto un huracán se lleva su casa y también se lleva la vida que han conocido, el padre muere, y parece que todo termina. Se ven exiliados a la ciudad, deben calzar zapatos y vestirse, deben dejar de soñar y ya no ven más la mar. Ali, el pequeño hombre de la familia, tiene muy presente el despacho infranqueable de su padre en la casa del Boucan, allí su padre guardaba todos los papeles del tesoro del Corsario desconocido, un tesoro escondido en la isla Rodríguez y su pasión por aquel misterio y el desarraigo que corre por su venas cuando ya es adulto, hace que se embarque en la goleta Zeta, cuya historia de marineros es otra maravilla de la novela. Desde el Zeta o con el Zeta llega a Rodríguez y se instala en la Ensenada de los Ingleses para descubrir el tesoro del Corsario desconocido. Pasaran los meses y los años pero al final descubrirá el tesoro del Corsario y habrá valido la pena. No debo contarles más.
Es una maravilla de novela en la que deben adentrarse sin miedo, preparados para la aventura, para gozar, para el placer, saldrán con los pies descalzos y sabiendo a salitre pero es un viaje que no deben perderse y si tienen un ser al que aman demasiado regálenselo, y ustedes mismos regálenselo también. Yo no puedo decirles más, solamente un dato después de leerla una vez, la he vuelto a releer y como lectora imposible que soy: la he subrayado, he escrito anotaciones en los márgenes, he dejado mi huella en ella y ella en mi y seguiré releyéndola hasta el final de los días, y al hombre a quien amo se la leeré al oído en las noches en que en el cielo brillen las estrellas y en el silencio se oiga la mar.
«Ahora es de noche, oigo en lo más hondo de mí el vivo ruido del mar que se acerca.»
© MARIA AIXA SANZ
[Cada uno de estos artículos que forman PERFILES
han sido todos ellos publicados en numerosos medios de comunicación de
Europa y América del Sur; y a la autora le han aportado un cúmulo de
satisfacciones tanto en lo profesional como en lo personal. PERFILES, es una sección que reúne los artículos elaborados
por la escritora María Aixa Sanz, sobre escritores y escritoras que, sin entrar
en la categoría de ensayo propiamente dicho, merecen la pena ser tenidos en
cuenta como tales. (Opinión de los editores de Narrativas)]