«Querida, en tres días el comandante era un hombre nuevo, y en una
semana volvió a ser el mismo, y escribió y escribió y escribió y se oía rasgar
su pluma como si fueran ratas mordisqueando detrás del zócalo.»
El 3 de diciembre de 1863
apareció en la revista: ‘All the Year Round’ propiedad de Charles Dickens el
primer capítulo de ‘La señora Lirriper’ y
a este primer capítulo se le sucedieron trece capítulos más, escritos por el
propio Charles Dickens y por los siguientes escritores coetáneos y amigos
suyos: Elisabeth Gaskell, Andrew Halliday, Edmund Yates, Amelia Edwards,
Charles Collins, Rosa Mulholland, Henry Spice y Hesba Stretton. ‘La señora Lirriper’ está formada por
un total de catorce capítulos que Alba Editorial nos ofrece por primera vez en
castellano en formato libro. En repetidas ocasiones he manifestado mi creencia
que todas las novelas escritas después de las escritas por Charles Dickens
provienen de sus historias. Toda la gran literatura bebe de Dickens por ello la
lectura de las obras de Charles Dickens es apetecible en todo momento puesto
que es universal y atemporal, además le proporciona al lector una clase de
felicidad inaudita. En ‘La señora
Lirriper’ (Alba) cada uno de sus capítulos o de sus historias, como se
prefiera, nos colma el corazón de felicidad y es tal el despliegue de
literatura en mayúsculas que el lector no puede hacer otra cosa que asombrarse,
avanzar, seguir leyendo, quedar atrapado y comprobar que en ningún capítulo el listón
que Charles Dickens ha marcado en un principio decae o minora. ‘La señora Lirriper’ en literatura sería
lo que en música es una gran orquesta magistralmente conducida por un excelente
director. Charles Dickens con la vista puesta en la lectura como retrato de
todos los estados de ánimo, de todas las circunstancias en que uno se puede
encontrar en la vida, de cómo la vida es capaz de mostrar aun en el peor de los
casos su mejor cara, y sin olvidar nunca ni el placer de lectura, ni el de la
escritura, ni el de la creación al más alto nivel, conduce a todos sus amigos
escritores y sus personajes a la cumbre de la literatura de calidad. La pensión
de la señora Lirriper en el 81 de la calle Norfolk en Londres sirve de
escenario para que todas estas historias nos sean contadas a nosotros en
particular y a todo aquel que se acerque a la vitrina de cristal del salón
donde el Comandante Jackman una vez transcritas y encuadernadas en piel las ha
depositado abriéndonos de ese modo la puerta de la pensión y el corazón de
muchos de sus huéspedes, y regalándonos toda clase de historias, una por
capítulo, que se engloban en una historia mayor, tierna y generosa, cuya
matriarca es la Señora Lirriper.
‘La señora Lirriper’ es una auténtica gozada de libro que no debería
faltar en ninguna biblioteca. Estoy segura que todavía hay muchos lectores que nunca
se han acercado a Charles Dickens pues bien: ‘La señora Lirriper’ es una buena razón para ello puesto que además
de disfrutar del arte del afamado autor inglés podrán disfrutar de toda una
serie de escritores menos conocidos y cuya calidad está también fuera de
discusión. Y para los lectores que tengan a Dickens como uno de sus autores de cabecera,
‘La señora Lirriper’, es otro título memorable a sumar. Un verdadero placer.
© MARÍA AIXA SANZ