Buena parte de los lectores desde sus inicios como tales, comprenden que la literatura, los libros, las historias que en ellos se encuentran, la lectura: es un lugar seguro. Cobijo y fuga. Eso se sabe. Se entiende. Se comprende. Como también se sabe que unas historias más que otras lo son todavía más. Ya sea por su calidad, por su ritmo, o quizás por haber llegado a nuestra vida lectora en el momento adecuado, ni antes ni después, o tal vez, más bien, estoy seguro, por el grado de amparo, de reflexión, diversión o entretenimiento con el que nos abrazan y sacuden a partes iguales. Se sabe, por tanto, que unos títulos se convierten en lugar seguro para nosotros. Esto me ocurrió al leer hace unas semanas LOS INQUIETOS de María Aixa Sanz. Una historia que a fecha de hoy sigue en mi memoria y de la que siento en mi interior todavía su sacudida y su abrazo.
Es LOS INQUIETOS una novela de la que María Aixa Sanz tiene que estar muy orgullosa. Puesto que la aparente sencillez de la trama es un engranaje perfecto que discurre sobre unos raíles bien engrasados que esconde la sacudida; a la vez, que ofrece con el día a día de los personajes el lugar seguro que secretamente busca todo buen lector. Personalmente en LOS INQUIETOS he encontrado el cobijo y la fuga, el lugar seguro, hasta llegar al punto de desear quedarme a vivir en esta historia una buena temporada, y esperar con ansía una segunda parte, incluso una tercera, porque sencillamente es redonda. Con el paso de las horas y de los días te das cuenta de que resulta genial, porque funciona debido a la seriedad y al compromiso con la calidad literaria con la que está escrita. Demostrando que la escritora conoce a la perfección los secretos de su oficio. Razones imprescindibles, junto a la sacudida y al abrazo, para estar en el top de lecturas anual.
En mi caso, habiendo sido ya bastantes los títulos leídos, concretamente menos de cien pero más de sesenta, sin ninguna duda y por derecho: LOS INQUIETOS, se ha situado entre los tres mejores. Estar a la cabeza es algo que como todo buen lector sabe es sinónimo de ir recomendando el título a diestro y siniestro, durante los próximos meses y años, con esa terquedad irreprimible que todo lector considerado y honesto, posee a la hora de desear que los otros disfruten de lo que a él tan buenas sensaciones y placer le ha causado.
Lean LOS INQUIETOS, háganse ese favor. Dense el gusto.
© Ramón L. Souto para LA ESTACIÓN DE LOS LIBROS
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Sinopsis:
Neville acaba de jubilarse, tiene sus días perfectamente planificados. Sus jornadas transcurren plácidamente alrededor de una serie de tareas que conforman su rutina diaria. Esto es así hasta que el Universo decide que los días de paz y sosiego para Neville han terminado. Entonces lo aboca para su desesperación a toda una suerte de peripecias (ahí surge la comedia de enredos) con vecinos, desconocidos, viejos conocidos, antiguos amores y demás. Se verá, sin comerlo ni beberlo, en la tesitura de tener que resolver (cual héroe de andar por casa) distintas encrucijadas (una tras otra) o hacerse el longui. ¿Pero está en el carácter y en la forma de ser de Neville pasar de puntillas por los problemas que encuentra en su camino? ¿Es de los que prefieren mirar hacia otro lado o involucrarse?
