«Durante mucho tiempo tuvo la esperanza
de que podrían ser felices el uno sin el otro.»
‘El amor es una isla’
la nueva novela de la francesa Claudie Gallay ha sido
la gran esperada desde que apareció en Francia, ahora Duomo, la publica en castellano y la novela tan
esperada no defrauda. ‘El amor es una isla’
es una soberbia novela. El lector que ya conoce a Claudie Gallay sabe que de sus novelas nunca se
sale impune. El lector que todavía no la conoce debe saber que adentrarse en
sus novelas es escavar bajo su propia piel, es ahondar en esa parte sensible y
secreta que todos poseemos, es leer y tener que salir de la novela para poder
respirar pues sus frases cortas a veces dañan y sus atmósferas densas y
asfixiantes no dejan respirar pero aun así se sigue. Gallay seduce, enreda, asfixia y al fin te deja
respirar pues siempre deja una puerta entreabierta para que los protagonistas
de sus novelas puedan agarrarse a la vida por mucho que duela en vez de
hundirse hasta el fondo y no salir jamás. En ‘El amor es una isla’, dos
personajes centrales Odon y Mathilde con una historia de amor de
esas que valen la pena, de las que se viven, de las que dejan sin respiración,
pues es todo o nada y es un siempre. Odon que por amor a Mathilde
es capaz de todo sin pedirle nada a cambio. Mathilde que es Odon
o nadie. Una pareja que aún estando a cientos de kilómetros de distancia nunca
se separan y que en la novela se reencuentran en Aviñón en el festival de
teatro que se celebra cada verano en esta ciudad. Él, propietario de un teatro.
Ella, actriz. A esta pareja memorable y pasional, les acompañan personajes con
sus propias contradicciones que también van buscándola luz: Julie, Damien,
Nathalie, Isabelle, Odile, Jeff,… y en lado opuesto como la nota
discordante capaz de quitar el sosiego a todos ellos: Marie. La hermana
de Paul, un autor de teatro fallecido. Marie una niña llena de
amor por su hermano muerto. Marie una niña con sed de venganza o quizás
de justicia. Una sed comprensible a ratos, incompresible en otros, que es la
leña que alimenta a la novela y es el calor y los escalofríos que sienten todos
los protagonistas de ‘El amor es una isla’ incluso el lector. ‘El
amor es una isla’ es una estupenda novela cuya lectura es de esas que se
debe dejar reposar dentro de uno como los grandes amores, como cuando se cree
que se puede ser feliz sin el otro y se descubre que es una rotunda mentira.
©
MARÍA AIXA SANZ