«A su lado, las demás parecían torpes y vulgares, hasta las más
hermosas resultaban apagadas: les faltaba ese algo en la mirada que le removía
a uno la sangre. Niel estaba destinado a tener una vez más noticias de su dama,
que llevaba tanto tiempo extraviada.»
Niel Herbert, —el sobrino del juez de Sweet Water, una pequeña localidad del Oeste
americano que resurge de la nada con la construcción del ferrocarril—, siendo un muchacho se siente fascinado por la señora Forrester, una fascinación que se
torna en enamoramiento y en un amor que le dura toda la vida, pasando quizás a
ser la señora Forrester la mujer de
su vida. La señora Forrester es a su
vez la gran señora de Sweet Water, la esposa del Capitán Forrester, el hombre que construye por esos pagos las
líneas del ferrocarril. Los Forrester pasan
los inviernos en Colorado y los veranos en una casa situada en la colina de
Sweet Water y aun no siendo la casa espaciosa resulta ser la más grande y elegante
de la localidad, además es parada
obligatoria para todos aquellos mandamases y petimetres que cruzan el Oeste. La
señora Forrester es la anfitriona
perfecta: bella, encantadora, llena de chispa y vitalidad. «La señora Forrester siempre estaba allí, en el umbral de la puerta,
para recibir a los que llegaban, de cuya proximidad la avisaba el retumbar de
las herraduras y el runrún de las ruedas al pasar por el puente de madera.»
El cambio para Niel Herbert
se produce en el momento en que los Forrester
se ven obligados a pasar también el invierno en Sweet Water, desde ese día Niel y su tío empiezan a frecuentar las
veladas de los Forrester y Niel pasa a ser el testigo mudo de la
pareja y de la vida de su amor secreto: la señora
Forrester. Niel Herbert se
convierte en la persona de confianza y su existencia gravita alrededor del
matrimonio, tanto del Capitán como de
su esposa; y a lo largo de su vida ya sea de primera mano o por terceras
personas siempre conoce qué es de los Forrester.
‘Una dama extraviada’ (ALBA
EDITORIAL) es una inteligente novela, ya que lo que podía ser el
relato de una amor platónico no se queda ahí, y Willa Cather ahonda en los dos personajes que forman el matrimonio Forrester;
a la par, igual de interesantes y fascinantes para el lector.
Willa Cather escribió una historia nada superficial de un mundo en
decadencia y de su resurgir. Una novela plagada de matices, paisajes, mínimos
detalles, magníficos personajes secundarios y principales que convierten ‘Una dama extraviada’ en una novela
brillante.
© MARÍA AIXA SANZ